La Teoría de la Relatividad supera su 'más difícil todavía' con ayuda de dos estrellas. Un pareja de estrellas superdensas sometió la teoría general de la relatividad de Einstein al más difícil todavía, y ha vuelto a salir victoriosa.
Un grupo de astrónomos descubrió una estrella excepcionalmente masiva de neutrones orbitada por otra estrella enana blanca. La gravedad de este sistema es tan intensa que se presenta como un campo de pruebas sin precedentes para las teorías de la gravedad.
La estrella de neutrones es un púlsar que emite ondas de radio captadas desde la Tierra por el telescopio Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo del Sur y otros radiotelescopios, lo que dio la posibilidad de analizar la pareja de estrellas y poner a prueba los límites de la teoría física.
Para comprobar la teoría de Einstein el equipo analizó los movimientos del sistema binario. La relatividad general sostiene que los objetos masivos deforman el espacio-tiempo, de tal manera que la luz sigue una trayectoria curva creada por la masa y la energía. En particular, este sistema binario de estrellas irradió ondas en el espacio-tiempo conocidas como ondas gravitacionales. Teorías alternativas rezan que la enana blanca se mueve de manera ligeramente diferente.
"Pensamos que este sistema puede ser suficientemente extremo para mostrar un desglose en la relatividad general, pero las predicciones de Einstein se sostienen de manera bastante buena", destacó Paulo Freire, astrónomo del Instituto Max Planck de Radioastronomía en Alemania citado por la revista Science.
Los científicos consideran que la relatividad general propuesta por Albert Einstein en 1915 es incompleta. A pesar de que describe de manera buena sistemas grandes y masivos, es incompatible con la mecánica cuántica, que rige la física a un nivel subatómico.
El 'corazón ardiente' de Tierra: su núcleo es 1.000 grados más cálido de lo que se creía La temperatura del núcleo de la Tierra podría ser 1.000 grados mayor que la calculada por investigadores alemanes en 1993.
Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de científicos franceses encabezado por Simone Anzellini, de la organización nacional francesa de investigación tecnológica CEA, tras concluir una serie de experimentos con hierro sometido a altas presiones con la ayuda de su propia tecnología de los rayos X.
RIA Novosti
En sus experimentos, cuyos resultados han sido publicados por la revista 'Science', los científicos determinaron que el punto de fusión del hierro supera los 4.000 grados (bajo la presión de 2,2 millones de atmósferas) y, partiendo de ese dato, calcularon que en 3,3 millones de atmósferas, la presión en la frontera entre el núcleo líquido y sólido de la Tierra, la temperatura sería de unos 6.000 grados.
Las mediciones del equipo francés confirman modelos geofísicos según los cuales la diferencia de temperatura entre el núcleo sólido y el manto superior debe tener al menos 1.500 grados y dan una explicación de por qué la Tierra tiene
'Sarampión' galáctico: hallan extraños puntos de calor en una estrella supergigante Un grupo de científicos ha descubierto regiones de gas sorprendentemente calientes en la atmósfera de Betelgeuse, una estrella supergigante roja bastante cercana a la Tierra.
Estas regiones se pueden ver en la foto obtenida por el conjunto de radiotelescopios e-MERLIN operados desde el Observatorio de Jodrell Bank en Cheshire, Reino Unido.
Las zonas amarillas que se aprecian en la imagen se corresponden con estas zonas calientes, que tienen una temperatura de aproximadamente 4.000-5.000 grados Kelvin (3.726,85-4,726,85 grados Celsius). Las zonas rojas representan el resto de la estrella, que es mucho más ‘fría’ y tiene la temperatura media de la superficie de radio de la estrella, de aproximadamente 1.200 grados Kelvin o 926,85 grados Celsio, y de la superficie visual de 3.600 grados Kelvin, o 3.326,85 Celsio.
Los astrónomos barajan varias hipótesis para explicar por qué la estrella tiene áreas tan calientes, comentó la investigadora Anita Richards de la Universidad de Manchester (Reino Unido).
La observación de la estrella también reveló un leve arco de gas fresco alrededor de la estrella, cuyo origen también se desconoce. El arco se encuentra a casi 7.400 millones de kilómetros de distancia de la estrella, aproximadamente a la misma distancia que Plutón de la Tierra. Se estima que el arco tiene una masa casi dos tercios de la Tierra y una temperatura de aproximadamente 150 grados Kelvin (123,15 grados Celsio).
Betelgeuse es una de las estrellas más brillantes, que se puede observar a simple vista en la constelación de Orión. La estrella se encuentra a unos 650 años luz de nosotros y es 1.000 más grande que nuestro Sol, de tal forma que si estuviera en nuestro sistema solar abarcaría el Sol y las órbitas de cinco planetas hasta Júpiter.
Los científicos han registrado el mayor brote de rayos gamma en el espacio en 5 años Astrónomos rusos fueron los primeros en observar el brote de rayos gamma en el espacio más fuerte desde 2008.
Los brotes de rayos gamma (GRB, por sus siglas en inglés, o BRG, en español) son uno de los fenómenos astrofísicos más misteriosos. Son destellos esporádicos muy luminosos de rayos gamma en el espacio que pueden durar desde unos nanosegundos hasta cerca de una hora, pero en general suelen durar unos segundos.
Los BRG son asociados con explosiones de supernovas en galaxias lejanas. Fueron registrados por primera vez en los años sesenta por satélites estadounidenses creados para registrar ensayos nucleares en la Unión Soviética.
Para registrar brotes de rayos gamma la Nasa lanzó a la órbita terrestre el observatorio espacial Swift, que registró el sábado el brote más fuerte en los últimos 5 años y fue bautizado como GRB 130427A.
Astrónomos rusos fueron los primeros en observar este brote con el observatorio ruso ISON-NM, localizado en EE.UU. pero manejado desde Rusia. Según calculan los científicos, la galaxia donde se produjo la explosión se localiza a unos 4.370 millones años luz de la Tierra.
Mini-meteoritos 'rayan' los discos de Saturno
Sin un minuto de tregua, los anillos de Saturno son constantemente bombardeados por rocas cósmicas. La nave espacial Cassini de la NASA ha publicado por primera vez imágenes de este espectáculo espacial.
La nave espacial Cassini de la NASA, que se encuentra en la órbita de Saturno desde 2004, ha registrado cómo pequeños meteoritos, de entre un centímetro y varios metros de diámetro, chocan contra los anillos del planeta. Cinco imágenes, obtenidas entre 2009 y 2012, muestran las nubes de polvo generadas por los choques.
Según los científicos, la investigación de fenómenos de este tipo permitirá recibir más información sobre la formación de los planetas de nuestro Sistema Solar. Los anillos de Saturno son el único lugar, aparte de la Tierra, la Luna y Júpiter, donde los científicos han podido observar los efectos de este tipo de impactos.
"Estos nuevos resultados implican que, actualmente, los ratios de impacto de pequeñas partículas en Saturno son aproximadamente los mismos que en la Tierra, y esto es muy emocionante. Los anillos de Saturno actúan como un detector gigante de meteoritos, de una superficie equivalente a cien veces la Tierra", afirma Linda Spilker, del proyecto científico Cassini en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, en California.
"Sabíamos que estos pequeños impactos se producen constantemente, pero no conocíamos su envergadura ni su frecuencia, y no esperábamos que necesariamente tuvieran formas espectaculares", comentó Matt Tiscareno, otro de los científicos participantes en Cassini.
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