miércoles, 29 de agosto de 2012

nuevos descubrimientos en antropologia

Descubren una nueva especie de homínidos que poblaban África hace 2 millones de años .                                           Fósiles hallados en Kenia revelan la existencia de una tercera especie de homínidos, dando un giro en la investigación de la evolución humana. Descubren una nueva especie de homínidos que poblaban África hace 2 millones de años    La aparición de tres nuevos fósiles confirma la existencia de una nueva especie que habitaba en África Oriental hace unos 2 millones de años. Sería la tercera junto al Homo Erectus y al Homo Habilis. Los fósiles encontrados durante una excavación en el yacimiento keniata de KoobiFora, son los restos de un cráneo y dos mandíbulas y corresponden a tres individuos diferentes, probablemente dos niños de alrededor de ocho años y un adulto. Según informa la revista científica Nature, el descubrimiento ha sido obra de un equipo de científicos alemanes y su importancia es capital, pues permite conocer información más completa sobre la escisión de los primates y dilucidar con más detalle la línea evolutiva de la especie humana. Una morfología diferente Los restos de un cráneo encontrado en Kenia en 1972 por el equipo del científico británico Richard Leakey, mostraban una cara más alargada y plana y un paladar en forma de U, unas dimensiones que diferían mucho de las de los fósiles descubiertos en la zona hasta la fecha, imposibilitando su clasificación. Este enigma abrió un debate científico sobre si fueron una o dos, las especies de Homo que, junto al ya conocido Homo Erectus, existían en el origen de la evolución humana. Ahora, éste nuevo hallazgo arroja luz sobre este tema, pues confirma que fueron tres las especies que coexistieron hace más de 2 millones de años: el Homo Erectus, del que descienden el Homo Sapiens y el Neandertal, el HomoHabilis y una tercera a la que aún no se ha dado nombre.
Todos los humanos no africanos son 'hijos' de los neandertales 

Todos los humanos no africanos son 'hijos' de los neandertales   Todas las personas de origen no africano son descendientes de los hombres de Neandertal, según dedujeron científicos canadienses que analizaron los cromosomas X de los representantes de numerosos países. El estudio fue publicado en la revista Molecular Biology and Evolution. Todas las personas de origen no africano son descendientes de los hombres de Neandertal, según dedujeron científicos canadienses que analizaron los cromosomas X de los representantes de numerosos países. El estudio fue publicado en la revista Molecular Biology and Evolution. Los neandertales y los humanos son especies estrechamente emparentadas. Hace mucho los científicos supusieron que estas especies podrían haberse cruzado. Ambas especies aparecieron en África. Se considera que los ancestros de los neandertales abandonaron el continente negro en el marco del período entre 400.000 a 800.000 años atrás. A su vez, los ancestros de los humanos salieron de África y empezaron su migración a otros territorios en el período de entre 80.000 y 50.000 años atrás. De hecho, antes de la desaparición de los neandertales, que se produjo hace 30.000 años, las especies habrían podido coexistir. Los autores del estudio, encabezados por Damien Labuda, del Departamento de Pediatría de la Universidad de Montreal (Canadá), comprobaron si los hombres modernos y los neandertales se habían mezclado estudiando las secuencias de ADN del cromosoma X, que se hereda solo por el linaje femenino, en los habitantes de todos los continentes. Al estudiar en total 6.092 cromosomas los investigadores determinaron que el cromosoma X de los humanos modernos contiene en promedio cerca del 9% del ADN de los neandertales. Estos resultados indican que los homo neanderthalensis y los homo sapiens se cruzaron después de que ambas especies abandonaran África. Los resultados del estudio prueban los resultados del trabajo anterior, en cuyo marcó se descifró la secuencia del ADN del neandertal y los científicos dirigidos por el profesor Svante Paabo dedujeron que los neandertales se mezclaban con los hombres de tipo moderno. En 2010 otro grupo científico comparó el genoma de los neandertales recién descifrado con cinco genomas de los humanos existentes de varios continentes y determinó que cierta secuencia de ADN del neandertal se encuentra en todos los genomas humanos, salvo los de los representantes de la población subsahariana.
Montes Urales en Rusia, posible refugio de los últimos neandertales.

Montes Urales en Rusia, posible refugio de los últimos neandertales   Los últimos representantes de la especie de hombre de Neandertal habrían habitado el norte de la región de los montes Urales varios miles de años más de lo que se creía. Los resultados de excavaciones realizadas por arqueólogos rusos y franceses en esa parte de Rusia sugieren que la datación de l Los últimos representantes de la especie de hombre de Neandertal habrían habitado el norte de la región de los montes Urales varios miles de años más de lo que se creía. Los resultados de excavaciones realizadas por arqueólogos rusos y franceses en esa parte de Rusia sugieren que la datación de la desaparición de los neandertales podría ser corregida. Los resultados de su trabajo fueron publicados en la revista Science. Según los datos anteriormente admitidos por la ciencia, los neandertales (Homo sapiens neanderthalensis) y sus "parientes" aparecieron en Europa, Oriente Medio y Asia Central hace unos 150.000 a 140.000 años atrás. Esta época, denominada Paleolítico Medio, duró hasta la aparición en Europa del hombre del tipo moderno (Homo sapiens sapiens), que llegó desde África aproximadamente hace 40.000 años atrás. Ya hace unos 37.000 años atrás los neandertales desaparecieron de todo el territorio euroasiático y su puesto lo ocuparon los hombres del tipo moderno; las culturas neandertales ceden el paso a las culturas del Paleolítico Superior y solamente quedaron algunos pocos “refugios” de neandertales en algunas regiones en el sur de Europa, precisamente en el territorio de España y Portugal. Sin embargo, el grupo de arqueólogos dirigido por Ludovic Slimak, de la Universidad de Tolosa, Francia, llegaron a la conclusión de que los neandertales habrían podido coexistir con los hombres modernos durante más tiempo y vivir hasta unos 31.000 años atrás, y aún más al norte de lo que se creía antes. Unas herramientas típicas para la época del Paleolítico Medio fueron descubiertas en la zona de los Urales árticos, a unos 175 kilómetros al sur del círculo polar. El yacimiento Byzovaya, a la orilla del río Pechora, fue descubierto en 1965. En total, los científicos han encontrado allí más de 300 herramientas de piedra y unos 4.000 huesos de animales, en su mayoría mamuts. Al estudiar los hallazgos, los autores del nuevo artículo concluyeron que pertenecen a una cultura neandertal. En particular, las excavaciones muestran que los habitantes de la estación Byzovaya no utilizaban los utensilios que los investigadores llaman “espadas”, largos, finos y bien hechos, que generalmente se encuentran en las estaciones de los hombres modernos. El grupo de Slimak dedujo que las herramientas de Byzovaya fueron hechas por neandertales, sin embargo, no están seguros de que esta conclusión sea definitiva. Según comentó uno de los autores del artículo, el arqueólogo ruso Pável Pávlov, todavía no se han encontrado los fósiles de aquellos hombres, por eso no se puede comprobar si efectivamente eran neandertales. Muchos arqueólogos no creen que una subespecie de homínido pueda ser determinada solamente por las herramientas y no por huesos. Varios especialistas indican que los hombres del tipo moderno también dejaron utensilios parecidos a aquellos típicos para las culturas neandertales, especialmente en el Oriente Medio y en África. Sin embargo, Slimak opina que en este caso se trataría precisamente de una cultura neandertal. Según comenta Pávlov, este descubrimiento podría desplazar la frontera norteña del territorio habitado por los neandertales casi en mil kilómetros. Según el científico, en aquella época el clima fue mucho más frío que el actual, pero los antiguos pobladores del norte de los Urales estaban adaptados a las condiciones árticas y sin duda sabían hacer vestimentas que les protegía del frío. Así, ahora los científicos pueden dudar de las hipótesis según las cuales los neandertales desaparecieron debido a las condiciones climáticas desfavorables o la inferioridad de sus habilidades en comparación con los hombres modernos. Además, podrán entender mejor el mecanismo de la permutación de la especie antropológica dominante en los seres humanos.


Los científicos rompen el mito: el neandertal no tuvo sexo con humanos Sus similitudes genéticas se deben a que tuvieron un ancestro común.  Los científicos rompen el mito: el neandertal no tuvo sexo con humanos   Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge ha descartado la posibilidad de que el hombre moderno haya mantenido relaciones sexuales con el neandertal, asegurando que el código genético que ambos comparten se debe a que tuvieron un ancestro común. Según las investigaciones realizadas dos años atrás por el biólogo sueco Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, entre el 1% y el 4% del ADN de algunos de los seres humanos modernos (homo sapiens sapiens) coincide con el ADN de los neandertales debido a que en algún momento tuvieron contacto sexual. Sin embargo, los últimos datos del genoma neandertal indican que las similitudes genéticas no se deben a las relaciones entre los humanos modernos, cuando salieron de África, y los neandertales, que ya habitaban en Europa, sino más bien a que tuvieron un ancestro común que se cree se extendió por ambos continentes aproximadamente medio millón de años atrás. “Si sucedió algún cruce —es difícil decir que nunca ocurrió— habría sido mínimo y mucho más escaso de lo que se dice en la actualidad”, afirma el doctor Andrea Manica, uno de los responsables del estudio.


¿Cuándo desaparecieron los hombres de Neandertal? ¿Cuándo desaparecieron los hombres de Neandertal?   Un estudio conjunto llevado a cabo por especialistas españoles y suecos reveló que la mayoría de los hombres de Neandertal europeos desaparecieron hace unos 50.000 años. La conclusión fue hecha a base de restos hallados en el norte de España. Un estudio conjunto llevado a cabo por especialistas españoles y suecos reveló que la mayoría de los hombres de Neandertal europeos desaparecieron hace unos 50.000 años. La conclusión fue hecha a base de restos hallados en el norte de España. El análisis del ADN permitió descubrir, además, que un reducido grupo de los 'homo neanderthalensis' sobrevivió y volvió a colonizar la Europa Central y la Europa Occidental, donde lograron residir durante 10.000 años más. Según los científicos, a lo largo de este período, las variaciones genéticas entre los neandertales europeos fueron muy reducidas, en comparación tanto con el hombre contemporáneo, como con los neandertales asiáticos y neandertales europeos de épocas anteriores. Según Liubov Dalen, experta del Museo de Ciencias Naturales de Estocolmo, este hecho puede ser una de las pruebas a favor de la teoría de que los neandertales europeos fueron afectados por los cambios del clima. Detalla que la desaparición y la restauración de la población europea de los 'homo neanderthalensis' ha sido una verdadera sorpresa. Sin embargo, no es la primera vez que los paleontólogos descubren que los neandertales europeos lograron sobrevivir mucho más de lo que se pensaba. Los restos descubiertos en Vindija (Croatia) datan de un período de entre 32.000 y 33.000 años atrás. Asimismo, en la localidad rusa subártica de Byzovaya se encontraron de una antigüedad de entre 31.000 y 34.000 años. En 2006 fue confirmado que los vestigios neandertales hallados en Lagar Velho (Portugal) tienen 'tan solo' 24.500 años.

Los seres humanos, antiguos caníbales
Los seres humanos, antiguos caníbales     En una cueva española situada en la sierra de Atapuerca los científicos encontraron evidencias de que los antepasados del hombre incluían a sus ‘deudos’ en su dieta. El estudio fue realizado por un equipo de arqueólogos encabezado por Eudald Carbonell, de la Universidad de Rovira y Virgili, Catal En una cueva española situada en la sierra de Atapuerca los científicos encontraron evidencias de que los antepasados del hombre incluían a sus ‘deudos’ en su dieta. El estudio fue realizado por un equipo de arqueólogos encabezado por Eudald Carbonell, de la Universidad de Rovira y Virgili, Cataluña, y fue publicado en la revista Current Anthropology. Los investigadores realizaron excavaciones en el territorio del municipio de Atapuerca, España, famoso por sus ricos yacimientos arqueológicos. En una de las cuevas encontraron 1,093 huesos de cerca de 800,000 años de edad que pertenecían a mamuts, toros y felinos, así como a 11 individuos de la especie Homo antecessor. En total, los científicos hallaron 159 piezas óseas humanas. Al estudiar las marcas de descarnación de los huesos del Homo antecessor, los especialistas dedujeron que todos los individuos fueron devorados. Según las huellas, la carne fue cortada de los huesos y los máximos deterioros se encontraron en los segmentos con más masa muscular, mientras que las caras fueron despellejadas. Además, los cráneos estaban rotos de la misma manera en que lo hacían los pueblos nativos norteamericanos en el neolítico, la última etapa de la Era de piedra, que empezó hace 9,500 años. Recientemente otro equipo de investigadores presentó muestras de que los antepasados del hombre contemporáneo asimismo solían matar y comer a los neanderthales. Homo antecessor es el más antiguo homínido de Europa y vivió durante el período entre 1,2 millones y 800,000 años AC. La mayor­ía de los científicos sostienen que estos representantes del género Homo fueron antepasados de Homo Sapiens y del Neanderthal. En 2008, en Atapuerca también fueron hallados los huesos del Homo antecessor que se consideran los más antiguos fósiles humanos de Europa. Las piezas óseas humanas encontradas junto a los huesos de los animales devorados hace suponer a los científicos que la antropofagia fue sólo una opción dietética para los habitantes de estas cuevas, que no tenía ningún significado simbólico y se practicaba como estrategia de supervivencia y de competencia con otros grupos de homínidos por los recursos. Los investigadores opinan que las evidencias del ‘canibalismo cultural’ en Atapuerca son las más antiguas conocidas por la ciencia.

Encuentran un esqueleto casi completo de Homo habilis.

Encuentran un esqueleto casi completo de Homo habilis    En el complejo sudafricano de cuevas Sterkfontein descubrieron el esqueleto casi completo del Homo habilis (Hombre hábil). Se estima que aproximadamente tiene dos millones de años. En el complejo sudafricano de cuevas Sterkfontein descubrieron el esqueleto casi completo del Homo habilis (Hombre hábil). Se estima que aproximadamente tiene dos millones de años. El descubrimiento fue hecho por un grupo de científicos de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), encabezado por el profesor Lee Berger. El esqueleto se mostrará al público esta semana. De confirmarse las suposiciones de los científicos, el hallazgo podría ser uno de los descubrimientos más importantes de la paleontología. Actualmente, a pesar de los múltiples hallazgos prehistóricos, los especialistas sólo pueden reconstruir los períodos de la evolución humana basándose en algunos fragmentos. Los críticos de Darwin consideran este hecho como una prueba de la inconsistencia de la Teoría de Evolución de las Especies, pues se basa en especulaciones e interpretaciones. Según las perspectivas científicas existentes, África fue la cuna de la humanidad, dado que precisamente en este continente se dio el proceso de evolución de los primates y surgió el antecesor común del hombre y del mono antropomorfo (chimpancé, gorila etc): el Australopithecus afarensis, que vivió aproximadamente hace 3.9 millones de años y podía caminar erguido sobre sus extremidades traseras. El Homo habilis, la primera especie de homínidos que se considera el antecedente directo del hombre actual, apareció hace unos 2.5 millones de años en el sureste de África. El volumen de su cerebro era 50% mayor que el de sus antecesores Australopitecus. Los primeros representantes de la especie de Homo tenían una estructura social más complicada y sabían elaborar instrumentos de trabajo. Muchos hábitos y tecnologías de Homo habilis se han conservado hasta periodos relativamente recientes, como por ejemplo, los hábitos de la caza. Estas y otras características de Homo habilis se presumen por unos cuantos hallazgos. El primero de ellos ocurrió en Tanzania, entre 1962–1964 y fue descubierto por Louis y Mary Leakey. Se trataba de la mandíbula inferior, dos fragmentos del cráneo y 21 fragmentos de huesos de dedos, manos y muñecas. En 1973, en Kenia, fue descubierto un cráneo casi completo de Homo habilis. Sin embargo, no fue hallado ni un sólo hueso de la pelvis, o una extremidad completa. Esta vez, el esqueleto entero ayudará a revelar algunos detalles de la vida del Homo habilis, en particular, dónde vivía, si en la tierra o en los árboles; si se desplazaba sobre sus extremidades traseras o se apoyaba también con las manos. Si los huesos de sus brazos son fuertes, significará que el Homo habilis de verdad podía portar instrumentos de trabajo en las manos y merecía ese nombre. El complejo de cuevas Sterkfontein es famoso por ser el sitio de hallazgos significantes. En 1947 se encontró ahí un cráneo en perfectas condiciones de la especie Australopithecus africanus, datado en 2.15 millones de años. En 1994 hallaron también el esqueleto casi completo de un australopiteco que vivió hace unos 3.3 millones de años.

Descubren restos de civilización desconocida en el Amazonas
Descubren restos de civilización desconocida en el Amazonas   Numerosos restos de lo que podría ser parte de una antigua y hasta ahora desconocida civilización han aparecido bajo los árboles de la selva amazónica. En el lugar, ubicado casi en la frontera entre Bolivia y Brasil, y según se ha podido divisar desde el aire, hay 260 enormes avenidas, largos can Numerosos restos de lo que podría ser parte de una antigua y hasta ahora desconocida civilización han aparecido bajo los árboles de la selva amazónica. En el lugar, ubicado casi en la frontera entre Bolivia y Brasil, y según se ha podido divisar desde el aire, hay 260 enormes avenidas, largos canales de regadío y cercados para el ganado. Las ruinas han quedado al descubierto debido al acelerado proceso de deforestación que sufre la selva y que está dejando al descubierto lo que antes permanecía oculto bajo la vegetación. Se pensaba que no existían civilizaciones avanzadas en la cuenca del Amazonas antes de la llegada de españoles y portugueses en el siglo XV. Sin embargo, la tala indiscriminada de árboles está dejando al descubierto numerosas pruebas de que las cosas podrían haber sido diferentes. Las cada vez más numerosas imágenes aéreas y de satélite están revelando, en efecto, un complejo entramado de pueblos, ciudades, carreteras y estructuras que hasta ahora habían permanecido ocultas bajo el impenetrable pulmón verde del planeta. Estos descubrimientos demuestran que grandes áreas de la Amazonia estaban densamente pobladas, mucho antes de las primeras incursiones europeas. Los geoglifos están formados por zanjas y cunetas de once metros de ancho por dos de profundidad. Sus diámetros oscilan entre los 90 y los 300 metros y se piensa que data de unos 2 000 años atrás. Las excavaciones realizadas han sacado a la luz piezas de cerámica, piedras talladas y otros signos de ocupación humana. En algunos de los sitios no se han encontrado objetos, esto sugiere que algunas zonas podrían haber tenido significados ceremoniales mientras que otros podrían haber estado destinados a tareas defensivas. A pesar de que no existen evidencias de que los antiguos habitantes de la Amazonia hayan construido pirámides o desarrollado un lenguaje escrito, sí que dieron muestras de una gran complejidad social y de su capacidad para manipular el entorno, algo muy distinto de lo que hacen en la actualidad las tribus aisladas que viven en la selva amazónica.

sábado, 25 de agosto de 2012

El lado oscuro de la ciencia


El lado oscuro de la ciencia


Hoy en día nadie con sentido común puede creer que la ciencia es, o ha sido, mala para la humanidad. Es cierto que en alguna ocasión se ha utilizado la ciencia con fines destructivos, pero con toda certeza, esas ocasiones han tenido más que ver con políticos y militares que con científicos. Gracias a la ciencia, la esperanza de vida se ha alargado enormemente, la información fluye a nivel global, e incluso hemos sido capaces de pisar la Luna, un primer paso para asegurarnos la inmortalidad como especie, si consiguiésemos algún día colonizar un planeta extrasolar.

Pero sin embargo, muchos divulgadores del pensamiento mágico, están en contra de la ciencia y los científicos. Esta resistencia era liderada hace siglos por la iglesia, y hoy su puesto ha sido ocupado por los charlatanes antisistema, que han sustituido los púlpitos por atriles y blogs, y que afirman sin ningún pudor que el SIDA es una falacia, que la Tierra está hueca, que el calentamiento global no se está produciendo, que las estelas de los aviones son fumigaciones con productos tóxicos o que las vacunas producen autismo.

Pero antes de colocar la etiqueta de buenos y malos a unos y otros, hay que tener en mente que los científicos son ante todo seres humanos, y como tales tienen las mismas debilidades que el resto de las personas. Alguno de ellos siente “la llamada de la fuerza”, y se pasa al lado oscuro. En algunas ocasiones esto ocurre después de conseguir el reconocimiento de toda la comunidad científica. En otras, el objetivo es precisamente conseguir este reconocimiento.

Un caso de este último tipo, es el que se destapó el año pasado con Diederik Stapel como protagonista, decano de la Escuela de Ciencias Sociales y del Comportamiento de la Universidad de Tilburg (Holanda), que fue descubierto por sus propios colegas como el autor de varias falsificaciones en los datos de sus estudios, los cuales habían sido publicados en revistas tan prestigiosas como Science.

Pim Levelt, presidente del comité encargado de la investigación comentaba que alrededor de 30 documentos publicados en revistas revisadas por pares estaban falsificados.



Stapel tras ser descubierto, se mostraba arrepentido:


No fui capaz de aguantar la presión para sumar puntos, para publicar, para tener siempre lo mejor. Quería demasiado y muy rápido. Y en un sistema en el que hay poco control, donde la gente trabaja normalmente sola, escogí el camino equivocado.

Para Dan Ariely, catedrático de psicología y conductas económicas de la universidad de Duke, seguramente Stapel no empezó así. Posiblemente en alguna ocasión dio un paso en la dirección equivocada, que fue lo suficientemente pequeño como para poder ser racionalizado o justificado por su propio pensamiento consciente. Ese pequeño paso quizá le fuese inexorablemente llevando a una pendiente resbaladiza donde ya no pudo volver sobre sus pasos.



Para Dan Ariely, que recientemente ha publicado el libro “The (honest) truth about dishonesty” (la honesta verdad sobre la deshonestidad), todos engañamos.


La gente trata de conseguir dos objetivos. Por un lado nos gusta vernos como personas con una honestidad intachable, y por otro nos gusta beneficiarnos de ser deshonestos. Somos capaces de conseguir las dos cosas en la medida en la que podamos racionalizar esas deshonestidades, es decir, en la medida en la que seamos capaces de autoconvencernos de que estamos obrando con un buen fin.

En el otro grupo de casos, en los que se pasa al lado oscuro tras conseguir el reconocimiento y la fama, tenemos varias personalidades. Linus Paulling fue un brillante químico que obtuvo dos premiso Nobel, uno en química y el Nobel de la paz. Durante sus últimos años Pauling llegó a convencerse de que una dosis alta de vitamina C era un buen tratamiento contra el cáncer y llegó a creer en la falsa medicina ortomolecular.



Como consecuencia, Pauling es hoy más recordado por sus charlatanerías que por sus investigaciones en el campo de la química. Se ha demostrado que ni siquiera administrado masivas dosis de vitamina C se obtiene un resultado positivo en el tratamiento del cáncer.

Louis Ignarro, Nobel en medicina, tardó mucho menos tiempo que Pauling en pasarse al lado oscuro. Aprovechándose del aura de premio Nobel, aceptó dinero de Herbalife para promocionar uno de sus productos (la arginina) como una cura para todas las enfermedades cardiacas.



Otro caso muy sonado fue el de Andrew Wakefield, cuyas investigaciones vinculaban la vacuna triple vírica con el autismo. Esta investigación, que fue publicada en 1998 por la revista médica ‘The Lancet’, estaba formulada en base a datos falsos con la intención de lucrarse. Wakefield había sido contratado por Richard Barr, un abogado que reclutaba a padres de niños autistas para demandar a los fabricantes de la vacuna, recibiendo 180€ a la hora, más gastos, por sus servicios de asesoría científica al abogado.



Además, se barajó la idea de montar una empresa para explotar los supuestos resultados de la investigación, con previsiones de ganancias millonarias. En concreto, se llegaron a estimar retribuciones por un valor superior a los 33 millones de euros al año por un kit de diagnóstico que se quiso comercializar.

Como consecuencia, se destapó el tarro de la conspiranoia contra las vacunas que todavía hoy persiste.

Pero quizá el caso más llamativo de todos es el del virólogo francés Luc Montagnier, que obtuvo el premio Nobel de medicina por el descubrimiento del VIH.



Hace casi dos años, unas declaraciones suyas parecían refrendar la homeoatía. Según Montagnier, una disolución que contiene ADN de un virus o bacteria puede emitir ondas de radio que inducen a las moléculas del agua de su alrededor a organizarse en nanoestructuras, que a su vez pueden emitir esas mismas ondas de radio y replicar el proceso. Esto sugiere que el agua puede retener estas propiedades incluso aunque ya no queden rastros del patógeno, lo que fue adoptado inmediatamente por los homeópatas como un respaldo a sus teorías.

Montagnier, en otro orden de cosas, también apareció en la película negacionista del SIDA “House of numbers”, afirmando que el SIDA puede ser evitado con suplementos alimenticios.



Mientras esperábamos si algún otro científico obtenía alguna evidencia de la milagrosa réplica de material genético en el agua, Montagnier puso el ojo en otro de los grandes temas del lado oscuro de la ciencia: el autirmo y su relación con las vacunas infantiles. Desgraciadamente para Luc, mientras estaba metiendo la nariz en este tinglado falaz, se destapó la trama de Andrew Wakefield. Pero eso no debió de ser suficiente para retraer a Montagnier, ya que ambos siguen con el tema. La última semana de mayo pasado se celebró en Chicago una conferencia de 5 días de duración en la que se le iba a contar “la verdad” sobre el autismo a los familiares de niños afectados. Su verdad era realmente tratar de venderle a los padres desesperados, tratamientos alternativos como el método “Anat Baniel”, dietas especiales, terapias de oxígeno hiperbárico, o quizá el más peligroso de todos, la castración química. Y allí estaban aportando el halo de credibilidad a tanta charlatanería el señor Montagnier y Wakefield.

Lo curioso de todo esto, es que los charlatanes borregueros que atacan duramente a la ciencia cuando les lleva la contraria, inmediatamente toman por bandera las intervenciones de estos personajes, difundiéndolos a los cuatro vientos. Los que no conocen toda la historia, se quedan solo con que el mensaje ha salido de la boca de un premio Nobel, que es evidentemente lo que unos y otros persiguen.

miércoles, 22 de agosto de 2012

como mejorar tus relaciones con los demas

 Cómo pensar en positivo?
Las personas ejercemos una infuencia determinante sobre los demás. Somos seres sociales, el amor, el trabajo y las relaciones en general determinan a lo largo del día muchos de nuestros estados de ánimo, nuestra alegría, tristeza, euforia, depresión...
Cómo podemos mejorar nuestras relaciones con los demás hasta el punto de esto pueda ejercer positivamente en nosotros mismos?
   
He aquí una ideas:
Por dónde empezar : hay que practicar la empatía.
Empatía significa ponerse en lugar del otro, intentar comprender su punto de vista desde su posición. 
 
Si hemos ya realizado con éxito nuestro objetivo de dejar de criticar, podemos dar un paso más y practicar la empatía.
Sé generoso, piensa que probablemente tú, con una influencia familiar, educacional, laboral, social, etc. incluso genética podrías ser mucho peor que otro... 
 


Por eso, merece la pena meterse en la piel de los demás.
Quien lo hace encuentra gente interesantísima en los lugares menos esperados, entre las gentes con menos posición social, menos "trinfadores".

Si le damos una oportunidad a todas esas gentes, nos estamos dando una oportunidad a nosotros mismos.
Estamos haciéndonos mucho más fuertes.


Siembra positividad en los demás, pero cómo?
Intenta encontrar el lado positivo de cada persona. Existe.
Incluso en las más negativas. Si siembras positividad en tu entorno, ellos te devolveran también mensajes cada vez más positivos.
El ambiente negativo, volverá a ser progresivamente positivo... Intenta descubrir el lado bueno de las cosas.
Perservera en ver las cosas buenas de la gente e intenta comprender y ser generoso con sus cosas menos buenas.
Intenta actuar positivamente en pequeños detalles de la vida diaria en tú relación con los demás.
 

Dale Carnegie escribío a principios de XX una obra que en los Estados Unidos llegó a ser más leída que la Biblia, se tiulaba "cómo ganar amigos" y en realidad fué un tratado para un país que utilizó su filosofía y método para triunfar profesionalmente a través de un ideario para mejorar las relaciones humanas.
Darnegie se fijaba en los pequeños detalles y su gran capacidad para influir positivamente en las personas.


Aunque es un libro ya viejo te invitamos a que los leas y que practiques alguno de ellos, cada día:


Elogia sinceramente a los demás
No critiques
Interésate con sinceridad por los demás
Llama a las personas por su nombre
Escucha a los demás con atención
Habla de aquellos temas que interesen a tú interlocutor
Trata con sinceridad de que las personas se sientan importantes, de hecho lo son.
Sonríe
No discutas
Muestra respeto por las opiniones ajenas
Admite rápidamente si te has equivocado
Comienza una frase amistosa cuando trates un tema espinoso
Enfoca las conversaciones positivamente : intenta que tu interlocutar diga "Sí"
Deja de sea tu interlocutor quien más hable.
Haz preguntas interesándote en sus cosas
Trata de ver las cosas con empatía
Muestra simpatía por las ideas de los demás
Atribuye a terceros una buena reputación que buen seguro se esforzarán en mantener
Alienta a los demás : haz que los defectos parezcan fáciles de corregir
Esfuérzate en crear un clima positivo en tú hogar
No intentes cambiar la forma de pensar de tu cónyuge
Trata de sonreir mucho más cada día
Debes aprender a perdonar
Aprende a conocerte y actuar dependiendo de tú ánimo, no permitas que tú ánimo te maneje
La energía mental es importante, respira, siente tú ser

lunes, 13 de agosto de 2012

mas alla del instinto

 
¿Instinto animal… o sexto sentido?





¿Ha observado alguna vez a su gato detenerse como si “detectara” alguna presencia? ¿Su perro ha lanzado algún aullido en la noche sin razón? ¿Cree usted que hay animales que perciben “presencias invisibles” o vaticinan muertes? Si es así, no dude en leer el presente artículo…

Tercera Planta del Geriátrico Steere House en Providence
(Rhode Island, EEUU)
A través de la puerta entreabierta de una de las habitaciones se asoman los ojos semicerrados de un gato rechoncho y moteado pelaje gris y blanco. Ignorando su inquisitiva mirada, una anciana octogenaria que yace en su lecho agonizante y que respira jadeando cada vez con mayor dificultad. El felino eriza su achaparrado lomo hasta la cola y entra disimuladamente en la estancia sin hacer ruido. Un débil ronroneo rasga su sigilo antes de saltar de un brinco hasta los pies de la cama. Girando varias veces sobre sí mismo, mueve sus zarpas como si quisiera atrapar una mosca invisible en el aire. Proyectando su hocico hacia el techo, permanece inmóvil como una estatua hasta que, finalmente, el animal cierra sus ojos y se acurruca plácidamente entre las sábanas que cubren los pies de la moribunda anciana, como si compartiera con ella el que será su último sueño…
     
El gato de los moribundos…

Dos horas más tarde, los médicos del hospital geriátrico certifican el fallecimiento de la anciana. Otra vez, y así durante un total de veinticinco ocasiones regristradas en poco más de año y medio, el comportamiento del gato Óscar se ha anticipado, pronosticando que la muerte se avecinaba a uno de los pacientes. Práctica habitual en muchos hospitales al ofrecer una consoladora compañía a los enfermos, el animal fue traído por un miembro de la plantilla asistencial geriátrica que lo había encontrado abandonado en la calle para convertirse en la última mascota de los moribundos de la “tercera planta”.Predicen catástrofes naturales y peligros de toda índole, detectan el retorno de sus dueños con notable antelación, poseen un prodigioso sentido de la orientación capaz de guiarles a lo largo de miles de kilómetros hasta encontrar su casa... Sus asombrosas facultades constituyen uno de los misterios más fascinantes que intrigan a algunos científicos.
El comportamiento de los animales ha vuelto a sorprender a zoólogos y etólogos durante el trágico maremoto acaecido en Asia. Gigantescas olas penetraron más de 3 km en el parque natural de Yala, en Sri Lanka, y ahogaron a 200 de sus empleados. Tras el desastre todo el mundo se preguntaba: ¿dónde están los animales muertos? «No hemos hallado el cadáver de ningún elefante, mono, jabalí, leopardo o cocodrilo. Ni siquiera una liebre. Deben de tener un sexto sentido para presentir los desastres», declaraba uno de los guardas del parque a la prensa.
 
Es bien conocido que los animales advierten con antelación todo tipo de peligros y que adoptan una conducta rara con antelación a los seísmos. Los pájaros enjaulados aletean, los caballos sufren ataques de pánico, los gansos suben a los árboles, las vacas rompen sus cabestros; arañas, serpientes y ratas salen de sus refugios. Basándose sólo en la observación de estas conductas, los sismólogos chinos han vaticinado al menos dos terremotos, uno de magnitud 7,5 uno en Haicheng en 1975, y otro de magnitud 6 en Yunnan, en 1997. Gracias a ellos salvaron la vida a cientos de miles de personas. Estos expertos están convencidos de que los animales anuncian los seísmos con más exactitud si hay temblores previos.
 
No obstante, gran parte de la comunidad científica es escéptica y piensa que se trata de coincidencias, o acaso de algún sentido muy desarrollado, que permitiría a ciertos animales detectar vibraciones o cambios eléctricos previos al terremoto.

En cambio, el bióoquímico británico Rupert Sheldrake, conocido por su teoría de los campos mórficos, piensa que estas hipótesis no acaban de explicar los hechos. «¿Por qué los sofisticados sismógrafos no detectan esas mismas señales sonoras?»,«¿por qué los animales no adoptan conductas extrañas ante las vibraciones producidas por maquinarias pesadas, o los gases que la tierra emite al cavarse fosas y minas?», se pregunta. Y añade: «¿y las mascotas que habitan el interior de edificios?, ¿responden también ellas a los cambios eléctricos o magnéticos?».

Sheldrake ha emprendido una cruzada para demostrar que los animales poseen facultades inexplicadas científicamente, como la telepatía, la premonición y el sentido de la orientación.

Esperando a Pam

Con el fin de demostrar estas facultades, Sheldrake recogió 580 casos que ha investigado personalmente en su libro De perros que saben que sus amos están de camino a casa (Ed. Paidós, 2001). En sus páginas nos ofrece el resultado de su estudio de perros, gatos y otro tipo de mascotas que anticipan el retorno de sus dueños, al menos con diez o quince minutos de antelación y aunque éste no se produzca a una hora fija. Esto descarta que lo hagan por el oído, el olfato o el sentido del tiempo. Y, lo más sorprendente es que, en el 17% de los testimonios, las mascotas esperan a sus dueños desde el preciso instante en que, imprevisiblemente, éstos inician su retorno a casa.
 
El perro Jaytee fue filmado mientras estaba solo. Los padres de su dueña, Pamela Smart, observaron que siempre parecía saber cuándo su hija volvía a casa, aunque lo hiciera a horas irregulares. Media hora antes de su llegada se sentaba en la ventana o puerta a esperarla. Cuando Pam se enteró de que Sheldrake estaba llevando a cabo esta investigación se ofreció a colaborar en el proyecto. Desde entonces se realizaron experimentos con Jaytee, en los cuales se demostró que no importaba si Pam viajaba en tren, taxi o cualquier otro vehículo, ni la hora o el lugar desde el que lo hacía; la mascota siempre comenzaba a esperarla en el mismo momento en que ella iniciaba el retorno al hogar, como si adivinara sus intenciones o tuviera una conexión mental con ella.
 
Según Sheldrake, las mascotas que anuncian con gran anticipación el regreso de sus amos no lo hacen exactamente por precognición, sino por una suerte de telepatía o vínculo mental con estos humanos. Es cierto, como afirman los escépticos y el propio Sheldrake reconoce, que faltan más estudios para demostrarlo científicamente. Sin embargo, lo que sobran son casos para empezar a indagar. Y prueba de ello son los abundantes testimonios que AÑO/CERO ha encontrado (números 34, 64 y 123) en cada ocasión que ha abordado este tema.
«Todos los que convivimos con un animal sabemos que existe una conexión simbiótica entre la mente de una mascota y su dueño», ha declarado a AÑO/CERO Isabel Salama, psicóloga clínica y experta en psicoterapia asistida con animales. «Mis hijos adolescentes me confesaron un día que nunca llegaba a pillarles fumando o haciendo fiestas, porque la perra Perla siempre se pone ante la puerta unos treinta minutos antes de que yo regrese. Y yo nunca vuelvo a la misma hora», nos cuenta Isabel.
 
Algo similar sucede con Kenzo, el perro de Teresa Niembro –masajista terapeuta–, que está muy unido a su hija Devi: «siempre sé cuando va a venir Devi a casa porque unos quince minutos antes Kenzo se sitúa delante de la puerta, expectante. Y es imposible que la huela o la oiga porque vivimos en un séptimo piso. Además, también me advierte cuando es Devi la que llama por teléfono, pues en ese caso Kenzo se dirige hacia el auricular, mientras que ni siquiera se inmuta cuando son otras personas las que llaman».

No es este el único modo en que se manifiesta una conexión telepática entre los animales y quienes les cuidan o trabajan con ellos. Según Sheldrake ha comprobado, esta transmisión se produce a menudo en ambas direcciones: «de personas a animales y viceversa».
 
«Que los animales obedecen a las órdenes mentales es algo que cualquier entrenador de perros sabe», nos comenta Gregorio Sánchez Pascual, fundador de CICAM (Centro Integral Canino del Ayuntamiento de Majadahonda). «De hecho, entre un perro y un entrenador tiene que haber una buena comunicación interna. Sin ella ningún adiestramiento tiene éxito. Es algo que se siente y para lo que unas personas están más dotadas que otras».

Llamadas de auxilio

Algunos dueños de mascotas experimentan esa transmisión mental con frecuencia. Es el caso de Mariví y su gata Lisa, que vive en una finca en el campo. «Lisa suele corretear y esfumarse por los jardines, pero cada vez que llego los fines de semana, no importa a qué hora, está en la puerta esperándome. Y cuando me voy –tampoco lo hago siempre a la misma hora– basta que piense en ella para que aparezca al rato». En cierta ocasión en que Lisa acababa de tener gatitos, Mariví sintió esa comunicación en sentido contrario. «Estaba en la piscina cuando presentí que la gata me necesitaba. Me levanté y empecé a buscarla. Al rato la encontré intentado rescatar a uno de sus hijos, que se había metido en un canal de desagüe, demasiado angosto para ella pero no para mi mano».
 
Otra llamada mental de auxilio fue la que hizo un gato moribundo a Gustavo Saeh y Alfonso Chillerón, fundadores de la Asociación Nacional de Defensa Animal (ANPBA), que llevan más de diez años denunciando el maltrato al que los animales son sometidos continuamente. Estos «ángeles de los animales» estaban dando una vuelta por León y nos relatan su caso.
«Teníamos sólo una hora antes de que nuestro tren saliera y queríamos ver la Catedral. Íbamos directos hacia ella cuando inexplicablemente nos desviamos por un callejón en la dirección contraria. Y allí, en mitad de la calle, pisoteado por todo el mundo, se hallaba un gato callejero malherido. Lo recogimos y buscamos la consulta de un veterinario para procurarle una muerte digna... Tuvimos suerte porque, aunque no abrían hasta las 11:30, el veterinario apareció ese día media hora antes. Estamos seguros de que nuestro desvío obedeció a la llamada mental de auxilio de aquel gato».
 
Un episodio misterioso confirmó este vínculo mental a Azize Guvenç, musicoterapeuta y experta en terapia asistida con caballos. «Un día estaba buscando en el Corán alguna referencia a las propiedades curativas de los animales o al uso lícito que deberíamos darles, pero no la encontraba y decidí dejarlo. La puerta estaba abierta y Mikisch, una gata muy arisca, entró en la habitación. Para mi sorpresa se sentó en mi regazo, algo que nunca antes había hecho, y me miró fijamente. Extrañada, le pregunté: ‘¿qué quieres de mí? ¿Quieres que lea el Corán para ti?’. Como la gata seguía mirándome lo interpreté como un ‘sí’ y abrí el libro al azar, justamente por la Sura 40,80, donde pude leer: ‘Dios os ha dado a los rebaños para que montéis en unos y comáis de otros’», nos explica Azize.
 
También Cleo, la gata de una niña de nueve años llamada Paula, captó la preocupación de su madre. «La niña tenía una tos persistente que se prolongaba más de la cuenta y pensé que podía ser alergia a los gatos, por lo que le pedí que no se acercara a Cleo», nos relata la madre de Paula. Pero ese día, al regresar de la escuela, Cleo no quería separarse de Paula y se acercaba mimosa a sus piernas, como si supiera que la niña podría rechazarla. Curiosamente, a partir de ese mismo día la tos de Paula se atenuó hasta desaparecer por completo.

El vínculo mental entre animales domésticos y sus amos se hace más patente cuando se ve interrumpido por la muerte o un accidente grave. Uno de los casos más estremecedores entre los más de cien casos que Sheldrake ha recopilado, es el de una terrier muy unida a un soldado de la Marina Real británica que fue destinado a las Malvinas. Los padres del militar supieron que había muerto antes de que se lo comunicaran, porque la perra se abalanzó hacia ellos temblando y gimiendo sin motivo aparente.
     
Los gatos también advierten que algo malo les ha pasado a sus amos. La mascota del matrimonio suizo Ritter, que quedó a cargo de una vecina mientras ellos se iban de vacaciones, reaccionó con un gemido estremecedor en el mismo momento en que su dueño moría de un infarto a miles de kilómetros de distancia. Entre los testimonios que Sheldrake ha reunido, también destacan los de algunas mujeres que afirmaron haber experimentado un intenso dolor físico en el momento en que sus mascotas fallecían.

Pero no hace falta salir de nuestras fronteras para hallar estos casos. En Fernán Núñez (Córdoba) existe un monumento a Moro, un perro vagabundo que se ganó a pulso la estatua tras asistir a unos 600 entierros. Según nos ha relatado Andrés Moreno, Presidente de la Asociación Cultural Los Caños y el vecino que guarda la memoria de Moro, «siempre sabía en qué casa iba a morir alguien, aguardaba en la puerta y luego asistía al sepelio». Incluso conocía de antemano cuando fallecía alguien fuera del pueblo.
     
En una ocasión, un vecino, que estaba esperando a un difunto que traían de Barcelona, vio aparecer a Moro en la carretera y diez minutos después llegó el cortejo fúnebre. «Había días en que Moro asistía hasta a tres entierros distintos. Y siempre conocía el orden en el que iban a producirse».

Nadie sabe de dónde salió este perro. Su primera aparición en el cementerio tuvo lugar el día en que enterraron al hijo de una vecina llamada Carmela, fallecido en un accidente. La gente quiso echar al animal, pero Carmela lo impidió. «¿No veis que ha venido al entierro?», les gritó. Desde entonces ella era la única que le daba algo de comer. No todo el mundo le quería. Muchos vecinos le consideraban «pájaro de mal agüero» y le metieron varias veces en furgonetas de feriantes para que se lo llevaran lejos del pueblo. Una vez acabó en Granada, y otra en Ciudad Real, pero inexplicablemente halló el camino y regresó a los siete días.
     
Estas hazañas de Moro nos llevan directamente a otra de las facultades más inexplicadas de los animales: su sentido de orientación y los viajes increíbles que realizan, cuando se pierden o cuando se ven separados de sus dueños, para encontrar el camino de regreso a casa a través de lugares que nunca antes habían transitado.
 
Los relatos de estos viajes son numerosos. En artículos anteriores ya hemos citado, entre otros muchos, el récord imbatido de Bobby, el collie que, tras perderse durante un viaje de mudanza, consiguió hallar la nueva casa de sus dueños en Oregón tras recorrer más de 3.500 km en tres meses.

Este tipo de periplos es frecuente y salta a la prensa de vez en cuando. En 1995 el diario Times recogía la historia de un perro pastor, abandonado por unos ladrones de coches, que se reunió con su amo tras cubrir casi 100 km hasta su casa. Es imposible explicar estas proezas por el olfato, pues los animales trazan rutas desconocidas para ellos. Tampoco pueden hacerlo por detalles que observen durante el viaje, ya que muchos viajaron dormidos, como Dandy, el gato de Leganés (Madrid), que se hizo célebre en 1995 cuando recorrió 400 km desde Madrid hasta la localidad cacereña donde había pasado el verano, y una vez allí se apareció en casa de la abuela de sus dueños.
 
Entre los casos que Sheldrake ha recogido está el de un rebaño de ovejas que huyó del cercado de un granjero para recorrer 13 km hasta sus pastos nativos. O el de dos patitos criados por unos niños en una granja de Minnesota que, al llegar el verano, fueron trasladados a un parque no urbanizado a unos 4 km de distancia, para que aprendieran a
vivir en libertad antes del invierno. En menos de un día, atravesaron solos el bosque y las calles de la ciudad para presentarse de nuevo en la granja, donde los niños les recibieron con los brazos abiertos.
 
El animal con más sentido de orientación que Sheldrake ha encontrado es Pepsi, una collie/terrier de Leicester, capaz de encontrar no sólo su casa, sino la de cualquier amigo o familiar de su dueño donde haya estado con anterioridad, aunque disten entre sí kilómetros y haya ido a ellas en coche. Pepsi fue sometida a un experimento, equipada con un GPS y controlada por satélite. Tras ser abandonada en un lugar desconocido para ella, caminó en dirección opuesta a la que habían seguido sus dueños en taxi. Luego invirtió al menos ocho minutos en ir y venir por las calles, como si estuviera determinando la dirección correcta. A continuación, se dirigió a la casa de una hermana de su amo, en la que no había estado desde hacía seis meses, pero que se encontraba sólo a 1 km y era la mejor opción.

Aún más sorprendente es cuando los animales hallan a sus dueños a grandes distancias, en casas o lugares donde nunca han estado, un fenómeno que el parapsicólogo J. B. Rhine denominó «rastreo psi». Entre los 54 casos que él reunió e investigó en 1962 destaca el de Tony, un perro de Illinois que fue abandonado por la familia que lo cuidaba cuando ésta se trasladó a otra localidad a más de 300 km de distancia. Seis semanas más tarde apareció en la nueva casa de sus dueños. Lo mismo sucedió con el gato Sugar, de California. Cuando su familia se trasladaba a Oklahoma él saltó del coche y desapareció. Pero un año después encontró a sus antiguos dueños en la nueva casa de Oklahoma, tras haber recorrido 1.600 km.
 
¿Cómo opera este sentido?

Es sabido que algunas especies salvajes como las palomas, golondrinas, el salmón o las tortugas tienen también la capacidad de hallar su lugar de procedencia desde muchos kilómetros de distancia. Se suele aceptar que se guían por los campos magnéticos terrestres o las posiciones solares y estelares. Pero Sheldrake objeta que esta teoría queda invalidada por experimentos en los que se han fijado imanes a las palomas para confundir su sentido magnético y aún así han hallado su casa con la misma facilidad.

El bioquímico británico propone otra explicación más novedosa. «Es posible que el animal sienta físicamente que un sitio conocido se halla en determinada dirección, incluso su cercanía o distancia, debido a una suerte de atracción direccional hacia su casa y un sentimiento de calor agradable al aproximarse a ella. Es una teoría que explicaría que algunos animales transportados en coches y vehículos cerrados, como los caballos, parecen saber cuándo se acercan a su hogar».

Reconfortan y curan
    
Los animales también demuestran sus facultades en la protección y cuidado de los seres humanos. En la actualidad se aprovechan estas cualidades para ayudar a personas mayores o niños autistas. En este último caso, los caballos y delfines se han revelado muy eficaces. El psicólogo y musicoterapeuta Oruç Guvenç tuvo ocasión de contemplar cómo, tras la terapia con delfines, una niña de 10 años desahuciada por los médicos «no sólo perdió el miedo al agua y se bañó con el cetáceo, sino que consiguió dormir por primera vez en su vida tranquilamente, balbucear algunos sonidos e incluso imitar voces».
 
Existen animales que pueden convertirse en excelentes ayudantes de los psicólogos, como Rodolfo, el loro de Isabel Salama. «Durante una época en que estuve tratando a personas con problemas de adicción, él me ayudaba a detectar si el paciente trataba de engañarme. Rodolfo se ponía entonces a chillar», relata a AÑO/CERO.
Ángel Maroto, entrenador de perros, también pudo comprobar la inteligencia y nobleza de su perra Mara, una mastín color canela adiestrada para descubrir víctimas de catástrofes naturales. Cuando la esposa de Ángel sufrió dos ataques seguidos de apoplejía, Mara se convirtió en un excelente guardián. «No dejaba a mi mujer ni un momento sola por si volvía a pasarle algo». Su afán por cuidar de sus dueños se reveló de forma sorprendente una noche en que Mara despertó a Ángel: «insistía tanto en sacarme de la cama que al fin la seguí y me llevó hasta la puerta de la calle para mostrarme que la había dejado abierta». El comportamiento de Mara no podía obedecer al adiestramiento, pues nadie le había enseñado a cuidar la puerta, ni al instinto, pues ¿por qué habría de preocuparse cuando su amo dormía tranquilamente?
Hay numerosos casos que demuestran que la conducta animal va más allá del instinto. Por ejemplo, cuando tratan de salvar a los posibles supervivientes de una catástrofe que están sepultados, muestran un afán excesivo por ayudar y, cuando no consiguen encontrar a las víctimas, se deprimen. Además, cuando la persona que hallan está viva se ponen muy alegres, pero cuando es un cadáver sus ladridos y movimientos son tristes. Quizá si la etología actual tuviera más en cuenta la abundante casuística que el extraordinario comportamiento animal aporta, los científicos y la sociedad entera comenzarían a preocuparse por entender mejor la extraordinaria mente de nuestros incomprendidos compañeros de viaje y por tratarlos como ellos se merecen.

miércoles, 8 de agosto de 2012

es posible viajar en el tiempo?

 A lo largo de los últimos siglos, sabios, filósofos y científicos se han preguntado si alguna vez tendremos la posibilidad de viajar a otras épocas. En este trabajo mostramos las últimas formulaciones de la física más vanguardista sobre esta apasionante posibilidad. La conclusión sorprende: al menos teóricamente no existen impedimentos para conseguirlo en un futuro.      
La presencia de líneas de tiempo cerradas indica la posibilidad del viaje en el tiempo hacia el pasado. Esto proporciona los fundamentos para la construcción de una maquina del tiempo basada en una circulación cilíndrica de luz». Esta enigmática pero llamativa afirmación fue publicada en el 2003 por Ronald Mallett, un físico americano especializado en viajes en el tiempo. Desde que su padre falleció de un ataque al corazón cuando Mallett tenía 10 años, su única obsesión se convirtió en regresar al pasado para poder salvarlo. Ahora bien, la cuestión es si dicho viaje es técnicamente posible con los conocimientos actuales. Según Paul Davies, autor de numerosos libros de divulgación científica y profesor de la Universidad Macquarie, «viajar en el tiempo es algo que depende del dinero y no de la física». Si esto es así, ¿cómo funciona el tiempo y de qué manera es posible «evitarlo»?.
  LAS FLECHAS DEL TIEMPO                             Es evidente que el tiempo discurre en una sola dirección, al menos aparentemente. En este sentido, siempre estamos moviéndonos hacia el futuro. Es lo que se denomina la «flecha del tiempo». Existen cinco tipos de «flechas» o mecanismos por los que el universo parece navegar continuamente hacia el futuro. Son cinco formas que los científicos han encontrado para explicar por qué el tiempo no está detenido ni se mueve hacia el pasado, en sentido inverso al «natural».   Por una parte tenemos la flecha cosmológica del tiempo, la cual viene dada por la expansión continua del universo. En ella el pasado puede distinguirse fácilmente del futuro, porque la materia estaba mucho más comprimida hace miles de millones de años que en la época actual.   Por otro lado, está la flecha termodinámica del tiempo. Es una de las más evidentes, aunque los científicos tardaron más de 200 años en conseguir una formulación teórica. Básicamente viene a decir que existe en el universo una tendencia a que aumente la entropía, es decir, el desorden de las cosas.   En realidad todos estamos muy familiarizados con esa flecha temporal, ya que sabemos que es más fácil desorganizar algo o destruirlo que darle un orden y un sentido. Un ejemplo práctico está representado por la rueda de un coche: con el paso del tiempo se irá deshinchando, sus válvulas metálicas se oxidarán y sus neumáticos se desintegrarán. Es como si ese mismo tiempo facilitara el desorden de manera espontánea. En tercer lugar tenemos la flecha electromagnética, que viene dada por la propagación de las ondas luminosas, de radio, infrarrojas, etc. Por algún motivo, éstas se propagan siempre hacia el futuro y no hacia el pasado. Así, cuando se está emitiendo un programa de radio, sus oyentes siempre lo escucharán en algún momento del futuro; incluso cuando es en directo, ya que reciben dicha señal con cierto retardo. Para entendernos, esas ondas no se propagan de manera que los oyentes puedan recibir en sus aparatos ese mismo programa un día o un mes antes de su emisión.      Existe una cuarta flecha: la subatómica, la cual está relacionada con algunas desintegraciones nucleares que, por algún motivo aun desconocido en la actualidad, suceden en una dirección concreta y parecen tener que ver con el paso del tiempo. La quinta flecha del tiempo es la más complicada de explicar. En realidad, importantes filósofos y teóricos llevan años estudiándola, llegando a la conclusión de que en realidad el tiempo no existe. Se trata de la flecha psicológica: la sensación subjetiva que todos tenemos sobre el paso del tiempo. Como el cerebro humano está formado por la misma materia (átomos) que el universo y se rige por sus mismas leyes, algunos físicos han llegado a la conclusión de que esta flecha no es más que un efecto secundario de la flecha termodinámica. La humanidad ha soñado durante siglos con viajar en el tiempo, pero hubo que esperar hasta 1905, cuando un joven alemán, Albert Einstein, que trabajaba como funcionario en una oscura oficina de patentes, descubrió en su tiempo libre el primer método de la historia para hacer realidad este sueño. Eso sí, tan sólo a nivel teórico, es decir, en el papel. EINSTEIN Y SUS GEMELOS                            El joven físico publicó un trabajo que revolucionó las bases científicas del momento, firmemente establecidas desde hacía casi 300 años.   Lo interesante de su «teoría restringida de la relatividad» reside en la concepción del tiempo, porque permitiría el viaje hacia el futuro. Pero lo apasionante de su formulación es que para lograr esa distorsión en el universo sólo es necesario desplazarse en un vehículo muy rápidamente. En otras palabras, la clave reside en la velocidad.   Eso sí, Einstein impuso la velocidad de la luz (300.000 Km/s) como la máxima permitida en el universo. Un límite que fue aceptado por la comunidad científica, y así continúa hasta hoy, pues las pruebas experimentales han apoyado esta hipótesis ampliamente. Claro que no todo era perfecto.   En el universo de Einstein suceden cosas bastante extrañas, como la famosa «paradoja de los gemelos». Imaginemos que uno de los dos hermanos se embarca en una potente nave espacial, capaz de moverse al 87% de la velocidad de la luz, mientras que el otro se queda en Tierra. Según la teoría del genio alemán, si en la Tierra hubieran transcurrido 40 años desde la partida del gemelo espacial, para éste sólo habrían pasado 20. ¡Seria la mitad de joven que su hermano gemelo! Y no sólo eso. Si nuestro viajero se hubiera aproximado aún más al límite de la velocidad de la luz, la dilatación temporal podría haber sido de siglos o incluso de miles de años. Es decir, habría viajado al futuro. De todos modos, muchos opinamos que sería incluso más apasionante desplazarse hacia el pasado. Y parece que eso es lo que ocurriría si lográramos viajar a una velocidad superior a la de la luz, supuesto que la teoría de Einstein prohíbe tajantemente. Sin embargo, aunque por ahora se trata de una mera especulación matemática, en las teorías actuales de supercuerdas –enunciadas por los más avanzados físicos teóricos–, se mencionan unas partículas que superan ampliamente dicha velocidad. Son los taquiones. Estos elementos necesariamente viajarían en el tiempo, o mejor dicho, se moverían continuamente hacia el pasado. Su flecha temporal estaría invertida.   ¿Qué sucedería si existiera la posibilidad de viajar hacia el pasado? Uno de los mayores problemas vendría representado por la llamada «paradoja del abuelo». Supongamos que nuestro imaginario explorador temporal viaja al pasado y conoce al que más tarde será su abuelo. Supongamos que lo asesina. Esto significaría que el viajero –y su padre– no tendrían que existir y, por tanto, el viaje nunca podría haber tenido lugar. Este tipo de problemas filosóficos son consustanciales a los viajes al pasado. Sin embargo y aunque parezca imposible,   existen algunas maneras de solucionar o «saltarse» estas contradicciones. Una de las más conocidas, denominada «interpretación de mundos múltiples», fue formulada por Hugh Everett III en 1957. Está basada en la mecánica cuántica –leyes que rigen el mundo microscópico– y viene a decir que todos los sucesos que puedan ocurrir en un momento dado, se están produciendo al mismo tiempo, pero en universos paralelos.                                       VIAJES AL PASADO                                        Para entender esta novedosa visión del mundo y cómo afecta dicha formulación a los viajes al pasado, imaginemos un experimento donde introducimos a un perro en el interior de una caja con dos recipientes, uno de ellos con comida envenenada.   Si añadimos un mecanismo electrónico mediante el cual el animal sólo pueda alimentarse del primer recipiente que libremente elija, es evidente que al cabo de unas horas el perro estará vivo o muerto. Cada uno de los sucesos tiene el 50% de posibilidades de que ocurra, y el experimentador no sabrá si el perro esta vivo hasta que abra la caja. Pues bien, según los postulados de la física cuántica los dos sucesos se han producido a la vez. Es decir, en cuanto el experimentador abra la caja y compruebe el estado del perro, el resultado contrario también se habrá producido, pero no en nuestro mundo, sino en un universo paralelo.   Esto significa que en el caso de la «paradoja del abuelo» siempre existirán dos universos. Uno, donde el nieto asesina a su abuelo y otro en el que éste sale ileso, con lo que nuestro protagonista siempre podrá acabar dando el salto temporal hacia el pasado, evitando así la susodicha paradoja. En 1992, el afamado físico inglés Stephen Hawking publicó un trabajo en el que daba argumentos para demostrar la imposibilidad de los viajes en el tiempo. En el mismo podemos leer: «Quizá exista un Instituto de Protección de la Cronología que impide ir al pasado, garantizando la seguridad de los historiadores. (…) De cualquier manera, nuestro pasado se vería libre de malvados». Desde luego no es un argumento muy sólido, pero el famoso científico acababa rematando el artículo con una evidencia casi aplastante: «La mejor prueba con la que contamos a favor de la imposibilidad del viaje en el tiempo es que no hemos sido invadidos por hordas de turistas del futuro». Apoyando las tesis de Hawking, existe una teoría denominada «principio de consistencia de Novikov», según la cual si un suceso provocara algún tipo de paradoja temporal como la del abuelo, o cualquier extraño cambio en el pasado, entonces la probabilidad de que ese suceso ocurra es cero. Por lo tanto, sería imposible viajar en el tiempo.                                                          CRONONAUTAS                                                John Titor es el más conocido de los presuntos viajeros del tiempo, aunque probablemente su historia no sea más que una farsa muy bien planificada.   Apareció en enero del 2001 en un foro estadounidense de Internet, llamando la atención sobre algunos sucesos menores que acabaron ocurriendo a los pocos días. A partir de este punto, la historia del curioso internauta se hizo más compleja. Aseguró ser un soldado que había viajado desde el 2036 hasta nuestro pasado para buscar la solución a un viejo problema informático que causaría un gigantesco colapso en el futuro. Sus conversaciones en algunos foros eran cada vez más interesantes, ofreciendo detalles técnicos, históricos y sociales sobre que lo que acontecería: desde una guerra nuclear   crononauta? fuera de su tiempo?...intercontinental en el 2015, hasta el surgimiento de una grave enfermedad que afectaría a millones de seres humanos durante el 2036. Cuando uno de los internautas, concretamente una mujer con conocimientos informáticos, estaba a punto de dar con su paradero, Titor desapareció repentinamente, generando una gran polémica que aún continúa seis años después.   Otro caso conocido es el de Andrew Carlssin. Según Weekly World News este personaje fue arrestado por haber transgredido las leyes de la SEC, la comisión de cambios de EE UU. Al parecer, Carlssin realizó 126 operaciones bursátiles de altísimo riesgo, ganando una impresionante cantidad de dinero en cada una de ellas. Lo que inicialmente era una suma de tan sólo 800 dólares, se convirtió en una fortuna de 350 millones. Al igual que en el caso anterior, Carlssin decía proceder del futuro, concretamente del año 2256.                                          TÉCNICAS PARA VIAJAR EN EL TIEMPO
A través de un agujero de gusano: atajos formados en el espacio-tiempo entre dos puntos. Permiten viajar al pasado, aunque sólo hasta el momento en el que se genera el agujero.
A través de un agujero negro: estrella supermasiva que se colapsa sobre si misma, generando un punto (singularidad) en el espacio-tiempo. Todo aquel que caiga en su interior, podría situarse en otro momento del tiempo.
A través de una nave espacial ultrarrápida: cualquier vehículo espacial que se aproxime a la velocidad de la luz. Únicamente permite el viaje al futuro.
 
A través de cilindros rotatorios gigantescos: cualquier nave que volara alrededor del cilindro en una trayectoria espiral podría viajar atrás en el tiempo (o hacia adelante, dependiendo del sentido del movimiento de la nave).
A través de un núcleo atómico pesado: Un objeto de esta clase, situado dentro de un fuerte campo magnético, podría alargarse hasta formar un cilindro, cuya densidad y rotación serían suficientes para viajar en el tiempo.
A través de curvas de tiempo cerradas (CTC): representan bucles en el espacio-tiempo, formados por campos gravitatorios gigantescos. Únicamente permiten regresar a un pasado cercano, impuesto por las características de la curva.