
Nació en Estagira, Macedonia, en el 384 a.C. Su padre (Nicómaco) era naturalista, médico de Amnytas II, padre de Filipo de Macedonia. A la muerte de su padre, cuando tenía 18 años, Aristóteles se estableció en Atenas, para estudiar con Platón. Permaneció en la Academia hasta la muerte de Platón, en el 347 a.C.
Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre elección parecen tender a algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden. Sin embargo, es evidente que hay algunas diferencias entre los fines, pues unos son actividades y los otros obras aparte de las actividades; en los casos en que hay algunos fines aparte de las acciones, las obras son naturalmente preferibles a las actividades. Pero como hay muchas acciones, artes y ciencias, muchos son también los fines; en efecto, el fin de la medicina es la salud, el de la construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria; el de la economía, la riqueza. Pero cuantas de ellas están subordinadas a una sola facultad (como la fabricación de frenos y todos los otros arreos de los caballos se subordinan a la equitación, y, a su vez, ésta y toda actividad guerrera se subordinan a la estrategia, y del mismo modo otras artes se subordinan a otras diferentes), en todas ellas los fines de las principales son preferibles a los de las subordinadas, ya que es con vistas a los primeros como se persiguen los segundos. Y no importa que los fines de las acciones sean las actividades mismas o algo diferente de ellas, como ocurre en las ciencias mencionadas.
Análogamente, toda búsqueda intelectual tiene un fin propio, pero la ciencia política —ética y filosofía social— incluye todas las demás, en el sentido de que ella determina su importancia y desarrollo. Por esta razón, la ciencia de la política puede tener como su finalidad propia nada menos que "el bien para el hombre". La ciencia política no es una ciencia exact.
Aristóteles advierte que no debemos esperar un alto grado de precisión en nuestro estudio de la ciencia política, ya que trata con variables humanas. Como tal, es una materia que manejan mejor quienes tienen más experiencia.
Nuestra exposición será suficientemente satisfactoria, si es presentada tan claramente como lo permite la materia; porque no se ha de buscar el mismo rigor en todos los razonamientos, como tampoco en todos los trabajos manuales. Las cosas nobles y justas que son objeto de la política presentan tantas diferencias y desviaciones, que parecen existir sólo por convención y no por naturaleza. Una inestabilidad así la tienen también los bienes a causa de los perjuicios que causan a muchos; pues algunos han perecido a causa de su riqueza, y otros por su coraje. Hablando, pues, de tales cosas y partiendo de tales premisas, hemos de contentarnos con mostrar la verdad de un modo tosco y esquemático. Y cuando tratamos de cosas que ocurren generalmente y se parte de tales premisas, es bastante con llegar a conclusiones semejantes. Del mismo modo se ha de aceptar cada uno de nuestros razonamientos; porque es propio del hombre instruido buscar la exactitud en cada materia en la medida en que la admite la naturaleza del asunto; evidentemente, tan absurdo sería aceptar que un matemático empleara la persuasión como exigir de un retórico demostraciones.
Aunque existe un acuerdo de que la felicidad cumple con estos criterios, Aristóteles reconoce que la naturaleza precisa de la felicidad aún necesita ser explicada. Su definición de felicidad contiene dos conceptos vitales: "actividad del alma", que significa el ejercicio de la razón, y "de acuerdo con la virtud", que se refiere a la calidad de la actividad.
La definición que da Aristóteles de la virtud no puede ser comprendida plenamente hasta que se ha examinado la naturaleza de la virtud. Pero la naturaleza de la virtud depende, a su vez, de la estructura del alma, la cual contiene elementos racionales e irracionales. Dos funciones caen dentro del lado racional: el control de las tendencias irracionales, y el ejercicio de la razón para su propio beneficio.
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