martes, 19 de junio de 2012

la neuroteologia..el cerebro crea a Dios??

                                              En  la ciencia neurologica que hay un gran campo de la realidad física y cognitiva que se  escapa por completo: la metafísica. Metafísica racional que es imprescindible para comprender y viabilizar la desquiciada vida humana. De todos modos estas experiencias de estimulacón del cortex temporal son muy valiosas, porque además de permitirnos beneficios insospechados para la salud psicofísica.Sin la información de los sentidos, el área de la orientación del hemisferio cerebral izquierdo-intelectual; por eso luego no se puede verbalizar la experiencia ni razonarlaes decir no encuentra la frontera entre el yo y el resto del mundo. Como resultado, el cerebro parece no tener opción.       El área de orientación derecha, también privada de información sensorial parece permanecer en una sensación de espacio infinito.
Las visiones que surgen  también son generadas en el área de asociación: la estimulación eléctrica del lóbulo temporal produce visiones.   
La epilepsia del lóbulo temporal lleva esto a un extremo. Aunque algunos estudios han negado una conexión entre la epilepsia del lóbulo temporal con la religiosidad, otros creen que la condición parece llevar a voces y visiones.             El neurólogo español Esteban García-Albea en su libro Teresa de Jesús: una ilustre epiléptica. Otros santos famosos, como el apóstol Pablo o Juana de Arco, también padecían esas convulsiones en el lóbulo temporal; de ahí su propensión a tener visiones.

Aunque la epilepsia del lóbulo temporal es rara, los investigadores sospechan que los estallidos de actividad eléctrica localizados llamados pueden llevar a experiencias místicas. Para probar esta idea, Michael Persinger sostiene un casco lleno de electroimanes sobre la cabeza de un voluntario. El casco crea un campo magnético débil, no mayor al producido por un monitor de computadora. Persinger descubre que el campo dispara estallidos de actividad eléctrica en los lóbulos temporales produciendo sensaciones que los voluntarios describen como supernaturales o espirituales: una sensación de lo divino. Él sospecha que las experiencias religiosas son producidas por mini tormentas eléctricas en los lóbulos temporales, y que tales tormentas pueden ser producidas por la ansiedad, crisis personales, falta de oxígeno, baja glucosa en sangre o simple fatiga. Pero, porqué los lóbulos temporales? Persinger especula que el lóbulo temporal izquierdo mantiene nuestro sentido de lo propio. Cuando la región es estimulada pero la derecha no, la izquierda lo interpreta como la sensación de presencia, como al yo dejando el cuerpo, o como Dios. 
                            Existe una correlación entre la gente cuyos pensamientos inconscientes tienden a pasar a la conciencia y las experiencias espirituales”, dice Michael Thalbourne de la Universidad de Adelaide. Desafortunadamente, los científicos no saben que es lo que permite que los pensamientos inconscientes aparezcan en la conciencia de algunas personas y no otras. El único predictor de tales experiencias, sin embargo, es algo llamado “disociación”. En este estado, diferentes regiones cerebrales se disocian de otras. “Esta teoría, que explica a la hipnosis tan bien, podría también explicar a los estados místicos,”dice Michael Shermer, director de Skeptics Society. “Algo parece estar sucediendo en el cerebro, donde un módulo se disocia del resto de la corteza.”
La base neuronal de la experiencia religiosa
Esa disociación puede reflejar la actividad eléctrico inusual en algunas regiones cerebrales. En 1997, el neurólogo Vilayanur Ramachandran le dijo a los participantes de la reunión anual de la Sociedad de Neurociencias que existe “una base neuronal para la experiencia religiosa.”                                       
Sus resultados preliminares sugirieron que la profundidad del sentimiento religioso, o religiosidad, podría depender de la remarcada actividad eléctrica natural en los lóbulos temporales. Interesantemente, esta región cerebral parece importante para la percepción del lenguaje. Una experiencia común a muchos estados espirituales es escuchar la voz de Dios.                                            Parece surgir cuando malinterpretamos el lenguaje interno con algo externo. Durante tales experiencias, el área de Broca del cerebro (responsable de la producción del habla) se enciende. La mayoría de nosotros podemos reconocer que es nuestra propia voz, pero cuando la información sensorial esta restringida, como ocurre durante la meditación, la gente es “más propensa a atribuir los pensamientos generados internamente a una fuente externa,”dice el psicólogo Richard Bentall de la Universidad de Manchester, Inglaterra.                     
Hasta la gente que se auto describe como no espiritual puede ser movida por ceremonias religiosas. De ahí el poder del ritual. La clave es la combinación entre la atención localizada, que excluye otros estímulos sensoriales, junto con la sensación emocional magnificada. Juntas, parecen aumentar la actividad del sistema de excitación del cerebro. Cuando esto sucede, explica Newberg, una de las estructuras cerebrales responsable de mantener el equilibrio, el hipocampo, pisa el freno. Esto inhibe el flujo de señales entre neuronas.


Estos estudios neurológicos tienen una segunda lectura que no se está haciendo. Si el ralentizar unas zonas cerebrales y el estimular otras como le lóbulo temporal derecho producen efectos religiosos y/o parapsicológicos; también deberemos entender que a la contra: el tener poco estimulado el lóbulo temporal derecho producirá escepticismo e incapacidad cognitiva en tal sentido.

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