martes, 4 de septiembre de 2012

memoria e identidad

 Una persona que no sufra un problema cerebral, hereditario o adquirido, u otro tipo de problema que le impida almacenar recuerdos, puede recordar lo que ha hecho durante su vida, desde que el cerebro empieza a evolucionar y con ello a almacenar recuerdos... 
Todo lo que una persona recuerda es toda su vida, todo lo que ha recorrido, lo que ha sufrido, todas sus experiencias en la vida. Aunque es cierto que no siempre nos acordamos de todo, no nos acordamos a la perfección, los buenos recuerdos, es decir, aquellos que son prácticamente un recuerdo de la imagen, son aquellos en los que, mientras ocurren, hay algo que nos marca y después nos sirve de referencia para recordarlos. A parte de esto, en mi opinión el recuerdo y la identidad de cada persona son dos conceptos que están relacionados. Una persona es lo que es, por su pasado, por las experiencias de su vida. Primero, las personas aprendemos a movernos y controlar nuestro cuerpo con la ayuda de nuestros padres, ya que no somos capaces de valernos por nosotros mismos. Después, empezamos a relacionarnos en un entorno distinto, fuera de casa, en el colegio, empezamos a relacionarnos con otros niños, a jugar, a compartir. Y más adelante, la vida empieza a plantearnos problemas y nuevas experiencias, de las cuales aprendemos y sucesivamente van formando nuestra identidad. Por ejemplo, un chico al que en el pasado hayan maltratado psicológicamente, ya sea en casa, el el colegio o en cualquier otro lugar, tiende a ser en el futuro un chico timido, callado, reservado pero puede haber sucedido un acontecimiento en su vida el cual lo haga recapacitar y que gracias al cual llegue a ser todo lo contrario. El caso es que existen sucesos que marcan nuestra vida y nos llevan a ser como somos.


Otro ejemplo podría ser, si una persona ha visto sufrir a otro durante su infancia o ha sufrido él o ella misma, tiende a que en un futuro, eso le traiga malos recuerdos y quiera por ello ayudar a los demás, siendo una persona bondadosa.

En definitiva, desde mi punto de vista, los recuerdos son muy importantes para la identificación de cada persona, muestran quienes somos, porque somos así, lo que hemos sido, y nos ayudan a no tropezar dos veces con la misma piedra.

Respecto a la película de Memento, en mi opinión es una película interesante, sobre todo desde el punto de vista psicológico, pero también desde el punto de vista moral. ¿Está bien que el protagonista quiera matar al asesino de su mujer por venganza? ¿Y es correcto el comportamiento de los que rodean a Lenny, que solo actúan en propio beneficio?
 
Además, también es interesante el montaje de la película, la forma de contar los hechos hace que sea un poco complicada de comprender, pero consigue poner al espectador en la piel del personaje.
 La identidad es el conjunto de rasgos propios de un individuo o comunidad que caracterizan frente a los demás. También es la conciencia que tiene una persona de ser ella misma y distinta al resto...
Entendiendo por conciencia el acto psíquico por el cual el individuo se percibe a sí mismo en el mundo y al mundo. De igual manera, memoria es la facultad física por la que se conoce el pasado y se recuerda. Teniendo en cuenta estos dos significados, podemos empezar a plantearnos la relación que hay entre ellos. Van ligados y caminan de la mano en nuestras personas.

La memoria es el conjunto que formara nuestra identidad, siendo hechos pasados y circunstancias vividas, lo que nos haga evolucionar y adoptar cierto tipo de hábitos y costumbres que sean característicos y nos diferencien del resto de personas. Cuando se pierde la memoria, se pierde la identidad. Se pierde todo lo que hubiéramos podido llegar a ser. La identidad es algo que paulatinamente, día a día, hemos ido formando siempre somos. No somos únicamente un día. Poco a poco, somos siempre nosotros. Si un día borramos todos los vestigios existentes de nuestra construcción, al día siguiente no podremos seguir y no sabremos qué hacer con ese solar vacío, a quién pertenece y por qué estamos en ese lugar.



Esta relación es constatable con las enfermedades que afectan al cerebro, provocando la pérdida de memoria (ej.: Alzheimer). Progresivamente se pierde la memoria, progresivamente se pierde la identidad, hasta que llegamos a un punto tal, que no somos conscientes de quién propiamente somos. Podemos percibir el mundo y tener conciencia de su existencia, pero no podemos coordinarlo con la nuestra, porque no tenemos conciencia de lo que somos.

Todo esto se puede ver muy bien en las películas, ya que ha servido como argumento base de la trama. El sujeto X pierde la memoria y pierde su identidad. Está desprotegido frente al mundo y se convierte en alguien vulnerable.


En El diario de Noa, se ve reflejado, cómo una mujer que pierde la memoria, pierde su identidad y no se reconoce a sí misma, ni se sabe ubicar. Por descontado que no reconoce a todos cuantos la rodean y un día ocuparon un lugar en su vida, en su memoria. Está internada en un centro para mayores, en donde, un hombre todos los días le lee un libro que la mujer escucha con pasión, siendo sin saberlo su historia y el hombre su marido, con la esperanza de que recupere la memoria, (su identidad) y su vida junto a él.
Perder la memoria, es en conclusión perder la identidad, perderte. Perder aquello que día a día has experimentado, en un pozo demasiado oscuro como para reconocerlo. Quedarte aislado, en un mundo que no te pertenece, que no te va a dejar huella. Quedas en la memoria de otros, pero para ti mismo eres un interrogante y un gran punto negro en tu historia.

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